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El_Druso

Fulvio.

Hace mucho tiempo, en la roma de los reyes, existia una mujer llamada Julia que era famosa en todo el mundo por lo sublime de su hermosura que, decian, rivalizaba a helena de troya e incluso a la de afrodita.

De todo el mediterraneo e incluso de las tierras barbaras venian ciudadanos, nobles e incluso reyes que buscaban su mano y su amor, pero a ninguno de ellos ella hacia mas caso que el de una palabra amable y, a veces, una sonrisa que dejaba a todos los hombres prendados de por vida.

Habia tambien, un joven llamado Fulvio que estaba perdidamente enamorado de ella, y sin importar que hiciera para conquistarla, cuanto la cortejara o cuantos presents le regalara ella parecia no percibir su existencia y mucho menos la pasion sin limites del amor que él le profesaba.

Fulvio fue a la guerra y entro a Roma victorioso alzandose como victorioso contra un pueblo hostil, todos le llenaron de ovaciones y regalos, pero Julia se limito a mirar de un balcon con aire ausente y desinteresado.

Fulvio pues, le llevo los regalos mas bellos del botin, incluso diez corceles llenos de als mas bellas rosas que pudieron encontrarse en todo el mundo, pero nada de todo ello pudo hacer que Julia fuera suya.

Descorazonado, dejó la carrera de las armas y (aun empeñado en conseguir el amor de la virtuosa Julia) se dedico a la poesia. Estudió en Grecia y en Egipto, se volvio famoso en todo el mundo por como tocaba la lira y recitaba versos tan sublimes que nadie podia repetirlos con semejante maestria, conoció a la vez la filosofia de los grandes maestros y gano en las olimpiadas mas de veinte coronas de laureles a causa de su obra.

Volvió a Roma, pues, y a los pies de la ventana de Julia le cantó su amor en el mas bello poema que rivalizaba al mismo Homero, pero aun asi Julia solo escuchó en silencio, con una sonrisa distraida, para luego retirarse agradeciendo en silencio.

Tras ello, dicen que Fulvio lloró por dias y dias en el monte, mientras contemplaba entre lagrimas la ciudad en la que residia su amada.
Finalmente, clamó al cielo con todo su ser, por consuelo, por respuesta.

Y fue ahi en que Apolo (el dios de la poesia) se le apareció, y le concedio un deseo.

Fulvio le pidió hablar la lengua de los dioses, para poder expresarle a Julia el amor infinito que sentia por ella, y Apolo se lo concedió.

Fue pues, Fulvio donde Julia, y frente a ella le cantó en el idioma de los dioses todo su amor.

Dicen que incluso los arboles se remecieron ante los vientos arremolinados, y que todos los Dioses asistieron en la mas muda admiracion a aquel cantico celestial que jamas tuvo ni ha vuelto a tener parangón.

Terminó pues, Fulvio de cantarle el amor a Julia, y ella lo abrazó con su corazón rebosante del mas puro amor que jamas se habia visto en todos los tiempos.

-Te amo.

Le dijo, y luego desfallecio en sus brazos, para morir silenciosa y tibia mientras enarbolaba la mas tibia de las sonrisas en su rostro palido... Presa de la belleza divina que ninguno de los mortales puede contemplar sin morir inexorablemente.

Fulvio, gritó incapaz de aceptar la tragedia, y tras vagar preso de la locura por los bosques durante dias, se lanzó por un barranco mientras en sus ojos solo existia la imagen de Julia muriendo mientras le decia... Te amo.


Dicen que los Dioses, aun conmovidos por la poesia de Fulvio, les dieron hogar en el Eliseo, donde hoy el le canta eternamente, y ella le sonrie... Y es que a veces, los amores son demasiado grandes como para existir en esta vida.

7 comentarios

Semyazza -

A veces lo mas grandes amores son los que realmente no existen... asi como el de Homero por la Cerveza, como Monika Lewisnky por las conferencias de prensa...
otras... las mas bellas emociones nacen del desden que produce el amor... asi, me insipiro en el odio, en la pena que siento por no estar a su lado y haber olvidado el olor de su piel...
Alguien tendra que pagar... espero no ser yo

beelz -

sentimientos encontrados, mi estimado Drusus =?

es maldicion enamorarse, sin ser correspondido, pero es mayor la maldicion ver a tu amada morir en tus brazos y seguir la vida para llorarla

PicLe -

Broma Cosmica!!

Lecard -

Bah... ilusiones de luces y espectáculo.

Goblinardo -

¿Y dónde dejas el vodevil, Lecky?

Lecard -

¿Mentiras?... tal vez. Sin embargo, ¿cúándo se ha limitado la mentira en su valor estético?.

Hay amores que son demasiado grandes como para existir... es absolutamente cierto. Y, de hecho, se parece a una frase que siempre me ha gustado: "Los más grandes amores con aquellos imposibles de concretrar".

Recordemos que Eros es hijo de Poros y Penia... por ello el amor es una tension constante, entre el tener y el desear. Pobre corazon el del enamorado que siempre busca pero nunca encuentra...

Goblinardo -

Mentiras y vodevil, Druso. Mentiras y vodevil, como todo este blog.